CRÓNICA DE LOS CAMPEONATOS DE ANDALUCÍA 2014
Ya ha
pasado una semana desde los campeonatos de Andalucía, os voy a hacer una
pequeña crónica de lo transcurrido en el campeonato andaluz. Los ocho podiums
de Almería demuestran el buen trabajo durante el año por los jugadores, por los
monitores y el esfuerzo de los padres. Quien quiera ver el desarrollo del
torneo que se pase por chess result.
Yo os
voy a contar cómo lo hemos vivido nosotros. El viaje de ida, se hace un poco
largo y pesado pero gracias a los móviles, la música y el cachondeo de algún
monitor se hizo más ameno.
Cuándo
llegamos al hotel nos dieron nuestras habitaciones, a las tres mosqueteras y
Dartagnan nos tocó una habitación impresionante en la sexta planta alejada de
todos los de Almería pero nuestra alegría duró poco, a los 5 minutos esos
“irresponsables” monitores nos colocaron cerca de sus habitaciones, no sé si
para controlarnos o por problemas que hubo con el reparto de habitaciones como
nos dijeron, pero el cambio fue para peor, no por la cercanía de los monitores,
para nada..., sino por la habitación en sí.
Durante
todo el torneo los jugadores hemos estado muy unidos animándonos entre nosotros
y preguntándonos los resultados de cada partida. Los padres que iban también
estuvieron atentos a todos nosotros y animándonos, y de los monitores ya ni te
cuento, en especial las tres mosqueteras hemos sufrido el síndrome de Estocolmo
durante toda esta semana.
Lo
mejor de los campeonatos de Andalucía, a parte del juego que siempre es lo más
importante, es la amistad entre jugadores de todas las provincias, sobre todo
entre los mayores, porque entre los pequeños se nota más la rivalidad entre los
niños y entre los padres. Esta semana las redes sociales la tenemos petada los
andaluces del campeonato y ya estamos pensando en los próximos campeonatos de
Andalucía, aunque este año muchos nos volveremos a ver en los campeonatos de
España, al celebrarse en Salobreña.
A parte
de los nervios que pasamos, algún que otro cabreo por alguna partida, algunos
que lo podríamos haber hecho mejor, algunos que nos hemos llevado alguna que
otra regañina, en general lo hemos pasado bien.
El
viaje de vuelta fue mucho más pesado aunque la mayoría veníamos dormidos por el cansancio y la falta de dormir.
Solo me
queda darle las gracias a todo el grupo, pero en especial a nuestro hermano
mayor Robert.
Por ALBA GAZQUEZ
Por ALBA GAZQUEZ